Ya es sabido que los argentinos morimos por la tecnología, siempre tratamos de ser los primeros en adquirir cuanta boludes tecnológica salga al mercado, incluso formamos parte de una lista de espera a fin de obtener, con suerte, lo último de lo último, que entra con cuenta gotas por aduana. Esto no estaría mal si las cosas se hicieran como corresponde, ya que somos compradores compulsivos de tecnología de un mundo avanzado en un paìs donde todo parece ir marcha atrás.
Y así, con sacrificio, nos embarcamos en la compra de esa compu "all in one" rápida como una saeta, llena de fantásticas aplicaciones para usar "on line", pero resulta que tenemos una conexión a Internet que pagamos por 30 megas y en realidad navegamos a velocidad de buey, incluso hace recordar a la vieja época del dial up, lo que convierte nuestro juguete tecnológico en un Karting a pedal modelo 1970. Pero eso no nos desalienta y seguimos embarcados en el Jet del futuro.
Y en nuestro living, a modo de un cuadro de Dali, luce embelleciendo las paredes, esa pantalla (bien grandota) que no solo permite ver las novelas de la tarde en tamaño XXL, sino, que cuentan con una definición que se logran ver las imperfecciones del maquillaje de los actores. Pero cuando llega la hora de sacarle provecho al aparato resulta que: Los programas son un bodrio, las pelis archirrepetidas, o son "remakes" de viejos éxitos, y repiten, repiten, repiten hasta el cansancio. Entonces como la tele, gracias a esa tecnología que nos emputece, nos permite conectarnos al mundo a traves de internet, e ingresar al maravilloso universo de las "APP", nos encontramos con que: lo bueno es pago, lo gratis es muy malo, o esta en otro idioma, o simplemente no sirve ni para distraernos, entonces elegimos los sitios pagos que ofrecen un "sinfín" de películas y series de todo tipo: de las buenas, de las nuevas, de las que no pudimos ver, y sin pensarlo dos veces, tarjeteamos la suscripción, pero al cabo de un tiempo, notamos que el sitio no se actualiza tal como prometió, y la calidad comienza a bajar, los "estrenos" generalmente son producciones coreanas de escaso presupuesto, series en blanco y negro de la época de las risas grabadas, cine mexicano con una trama que se repite hasta el hartazgo: adolescentes problematicas que no se les entiende un corno lo que dicen. El televisor de altísima tecnología termina por convertirse en una elegante pantalla para ver como actores de cuarta se zambullen en una pileta.
La tecnología también nos permite estar comunicados con teléfonos que hacen de todo menos comunicarte, claro es facil de entender son telefonos del primer mundo en un lugar donde todo es viejo, obsoleto y donde nos venden servicios que jamas nos podràn brindar, pero no importa, por que cuando vemos los comerciales de lo nuevo, sentimos ese cosquilleo en la panza y solo pensamos: "Lo quiero", entonces volvemos a sacarle chispas al plástico que acarrea las cuotas de la "All in One", la Tablet, el Smart tv, para darle un cierre a modo de bloqueo con la compra de un Smart fone que apenas nos entra en la mano, pero que nos permite estar a un paso del mundo con todas las "APP" que trae incorporadas, salvo por un pequeño inconveniente, nuestras compañias de celulares se encuentran en el "cenozoico" del mundo tecnológico, con lo cual el esplendido aparatito que compraste con el sudor de tu frente solo sirve para jugar al "Candy Crash" siempre y cuando puedas acceder a una wifi decente. Y para comunicarte llevas a todas partes el viejo, fiel y querido Nokia.
En mi caso personal te cuento que me manejo por la vida de la mano de un blackberry viejito y mi compañía es Claro, lo uso solo para estar comunicada con las chancletas, la mayoría de las veces tiendo a desesperarme por no encontrar la manera de saber de ellas cuando se demoran en regresar mas de lo previsto:
- en casa no tengo señal, (jamas la tuve ni la tendré) así que si debo comunicarme llamo desde el de línea
- el BBM (mensajería de blackberry) funciona siempre y cuando haya viento a favor y ambas partes en intentar comunicarse tengan señal en donde se encuentren.
- el Wats Up se desactualiza cada dos por tres y la versión que te quiere instalar es paga.
- el bluetooth, esa maravilla azul, que me permite usar mi celu mientras manejo, a modo de manos libres es solo una utopía, ya que nunca termina de "conectar".
Seamos realistas y menos boludos, no nos dejemos encandilar por juguetes que en vez de solucionarnos las comunicaciones, las convierten en una autentica pesadilla. Volvamos a lo nuestro, aquellos simpáticos mamotretos naranjas llamados "teléfonos públicos" que funcionaban a "cospeles", uno en cada esquina y santo remedio para mi.
Me encantó...pero, por suerte, parece que hasta ahora te funciona el GPS ya que el pobre no ligó ningún comentario....jajaja...
ResponderEliminarViste...por eso yo amo el teléfono fijo...con ese te llamé...Besitos y seguí escribiendo que lo hacés MUY BIEN!!!
Hay Pipi al GPS le cuesta tambien "adquirir satelites" o sea sali con tiempo. Besotes
EliminarGenial !!! Yo pase mi adolescencia y noviazgo con el q hoy es mi marido hablando x ese teléfono naranja. Hoy me complico la vida con la tecnología! !!
ResponderEliminarGenial !!! Yo pase mi adolescencia y noviazgo con el q hoy es mi marido hablando x ese teléfono naranja. Hoy me complico la vida con la tecnología! !!
ResponderEliminarSi Laura, no es que una este en contra del progreso (como diría mi abuela) pero hay que ser realista estos "cosos" han nacido para complicarnos la existencia, si la menos funcianaran como es debido, tal vez podriamos disfrutarlos. Que tiempos el de los cospeles!!!!!
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