lunes, 22 de agosto de 2011

JAQUE MATE AL SOL

Vivo en uno de los pocos barrios de Buenos Aires donde aún se privilegia la casa al edificio, donde el sol, rara vez es “tapado” por una torre de concreto, donde conocemos a nuestros vecinos. Donde en primavera el perfume de los jardines es bien recibido por las ventanas. Y el otoño me hace putear de lo lindo cuando mi patio se inunda de hojas secas de las "Santa Rita" de al lado.

Este es el barrio que eligió mi abuelo hace casi 100 años, donde mi padre vivió hasta los 20 y pico y regreso para su vejez. Donde la familia se volvió a reunir luego de muchas mudanzas y desmembramientos.

Haciendo un rápido pasaje de diapositivas, en las primeras décadas del 1900, las quintas se transformaron en casonas de altas ventanas con postigos de chapa y puertas de madera, se construyeron los ph, no existía el pulmón de manzana por que las casas tenían grandes jardines y huertas, así que se aprovechaba todo el espacio. Aparecieron algunas fábricas familiares que luego de muchos años y economías cambiantes, se transformaron en viejos terrenos con mejoras a la venta.

Aprovechando estos grandes terrenos la década de los 70 sorprendió y mejoró el barrio con enormes casas estilo chalets de una planta, el barrio ya no era ajeno a la construcción de edificios.

En los ochentas llego el furor de los duplex y triplex que comenzaron a cambiar la arquitectura de la zona, se hizo común ver casas gemelas, solo hacían dos por terreno: angostos pero largos, con mucho fondo libre, a ninguno les faltaba el “Bow Window", mucha madera, ladrillo a la vista y techos de tejas negras.

Para comienzos del 2000 se puso de moda la idea de aprovechar mejor el terreno y en vez de dos duplex hacían cuatro: dos al frente y dos al fondo, con pequeños patios de luz, construidos con materiales livianos.

Hoy la locura por construir indiscriminadamente aprovecha cualquier lotecito para meter a empujones un edificio, y el sol se vuelve esquivo a los jardines.

A la vuelta de casa llego la fiebre de la construcción en menos de un mes “limpiaron” cuatro terrenos en dos cuadras consecutivas: un caserón de mas de 40 años, un salón de fiestas, una casa bastante nueva y una con mas de medio siglo pasaron a mejor vida. Son cuatro empresas constructoras que martillan, excavan, demuelen sin piedad, para que en poco tiempo puedan salir a la venta un montón de departamentos de precarios cimientos, pero con maquillaje de lujo.

Y vendrán muchas familias nuevas al barrio, habrá menos agua en verano (ya es un problema con tanta pileta de pululando por ahí), menos luz por sobrecarga de fases, menos gas en invierno, menos lugar para estacionar, mas mascotas ensuciando veredas, mas supermercados chinos y de a poco irá perdiendo ese concepto de barrio tranquilo que lo caracterizó desde siempre.

Llega la superpoblación al barrio, nos cambian el verde por el gris y nos hacen jaque mate al sol.



viernes, 12 de agosto de 2011

ELLA Y SU PEQUEÑO UNIVERSO

Algunos chicos son mas propensos que otros, antes decían que era falta de agua y jabón, hoy que es por el tipo de sangre. Antes era una situación vergonzosa, hoy es pura demostración de afecto y cariño, como quien dice:  un tema social (no junten cabezas, carajo!). Los piojitos son cada vez mas resistentes a abandonar a nuestros hijos. No hay manera de evitarlos, en época de clases, de colonia, en plazas, cines, cumpleaños, verano, invierno, playas, sierras, en todo tipo y color de cabezas, ellos siempre son los primeros en cantar presente.

Con el correr de los años han ido mutando haciéndose inmunes a cuanta porquería química que aparece en el mercado, incluso las de uso veterinario (supe casos de desesperadas madres, que llegaron a colocar la famosa pipeta para pulgas y garrapatas).

Puedo asegurar que he probado casi de todo (me falto kerosene y la famosa pipeta), convirtiéndome así en una especie de experta en la materia, ya que mi chancleta menor tiene una de esas cabezas que jamás se sentirá sola.

Desde su primer día en sala de tres ya vino con compañía. No me hice mayor problema, simplemente puse manos a la obra. Mi primer error: la confianza.

Intenté todo lo conocido, comencé con la marcas comerciales: champúes, lociones, espumas, jabones, siempre acompañado de peine fino. Los resultados duraban mucho menos que el contenido del envase. Pero estaba lejos de darme por vencida. Mi segundo error: subestimar al enemigo.

Luego opte por la “onda natural y culinaria” mezclas caseras de lavanda y cuasi amarga, vinagre de manzana o de alcohol, y cualquier otro dato de alacena que llegara a mis oídos de madres, abuelas, curanderas y chamanes, pero bastaba un día de clases, o una reunión de amiguitos, para que mi trabajo fuera declarado inútil. Hasta llegue a reconocer de que cabeza provenían los enemigos: estuviste con Fulana (la pelirroja), con Mengana (la morocha), y cuales eran “cosecha propia” ya que los guachos se mimetizan con el color del cabello.

Invertí gran parte de la herencia de la abuela en adquirir los mejores peines finos del mercado, con dientes lisos, dientes ranurados, hasta con lupa incluida, no me animé con el electronico, digamos que eso de electrocutar bichos en su cabeza me dio un poco de cosita.

Pude comprobar, con cierta frustración, que el pegamento de los huevitos (liendres) es uno de los materiales mas fuertes del mundo (raro que la famosa marca de pegamentos no haya sacado un producto a base de esta sustancia, digamos que la materia prima es “inagotable”).

En ocasiones su cabellito, siempre corto, quedaba bastante deteriorado por el insistente paso de los clavos de acero que luchaban incansablemente contra habitantes que se rehusaban abandonar su morada.

Pasaron muchos años desde aquella primera invasión, hoy la moda es pelos largos como esperanza de pobre, aunque la mayoría del tiempo camuflados bajo un rodete o cola de caballo, para dificultar el ascenso de los escaladores al Nirvana capilar, pero igual se las ingenian y llegan. Ahora nos turnamos con el peine fino. Escucho: “deja ma, yo lo hago”, aliviando así mi angustia y recordando la largas noches en vela pasando el dichoso adminiculo mientras la chiquilla dormía.

Ya no le decimos bichitos, ni piojitos, hemos cambiado los términos de acuerdo a la cantidad: condominio, ciudad, país, mundo, para llegar a nivel universo, y el problema continua tan vivo como el primer día, los productos comerciales no son efectivos (seguramente porque ven mas beneficio en mantener el problema, que lograr la solución), los recetados pueden dar resultado al principio pero no evitan reinfectarse nuevamente, en poco tiempo, a pesar de la insistencia del peine fino.

Al igual que Juana de Arco, seguiré mi lucha incansable hasta lograr la victoria, soy optimista y siento que gano una batalla con cada pasada del dichoso peine, aunque a veces me veo como Don Quijote luchando contra molinos de viento.




viernes, 5 de agosto de 2011

ESA COSITA LLAMADA KARMA

Nunca te pasó que cuando las cosas te salen para el traste, alguien remata tu día diciendo: que Karma tenés! Pero cuando te va de maravilla nadie menciona al famoso Karma, sino, mas bien citan cierta parte trasera de tu anatomía.

Buscándole una explicación a las etapas de mierda en la vida humana, el karma es una buena salida ya que hace referencia a las conductas de vidas anteriores, es decir, según como te hayas comportado en una vida pasada, en la siguiente se castiga o se recompensa (generalmente, lo primero). Pero como saber?, si no te acordás quien corno fuiste antes, y que hiciste.

Ejemplo: un vivo (de esos que se creen jodones y chistosos), pasa con su auto a alta velocidad por la boca calle llena de agua inmundamente sucia, sabiendo que salpicará a la señora que espera la oportunidad de cruzar la calzada. Está siendo recompensado él?, o se está castigando a la señora, ahora empapada de agua chocolatosa?. Que se le dice al machoide piola en cuestión?: seguí así, que en tu próxima vida vas a ser un cerdo y tus días transcurrirán en el fango, o te arriesgás a putearlo con cuanta palabrota conoces corriendo el riesgo de ser muda en tu próxima vida, por haber difamado a la madre del conductor de la máquina salpicadora.

La verdad, suena un poco injusto, saber que tenés que comportarte de determinada manera, por que sino serás puesto en penitencia toda tu siguiente vida a modo de escarmiento o aprendizaje, me parece mas una fábula para encontrarle sentido a esa marcada diferencia entre los que nacen con estrellas y los que nacen estrellados.

Por propia deducción y basándome en esta teoría, se me ocurre pensar que con la cantidad de hijos de mala madre, que circulan libremente por la vía pública en nuestro presente, el mundo, en algún momento, será un autentico paraíso con todas las bestias “karmáticamente” amansadas.

Para concluir:

Según están transcurriendo mis días, mi karma es algo así como una mochila llena de piedras (debo haber sido una guacha bárbara en el pasado).

Según el horóscopo occidental nací bajo el signo de un bicho mortalmente ponzoñoso: escorpio.

Según el horóscopo chino soy un bicho que enrosca y asfixia: serpiente

Según la numerolgía pitagorica: mis números son un auténtico desastre, ni sacándome letras los mejoraría.

Según mi carta natal, en el momento de mi nacimiento, los planetas estaban bastante enquilombados.

Pero el optimismo no decae, me alegra saber que estoy aprendiendo mis lecciones y cumpliendo mis penitencias, por que mi próxima vida va a ser relajada, libre de problemas, sin nubarrones sobre mi cabeza.... bah, como quien dice: una joda total. Yupiiiiiii!!!! Yupiiiii!!!!