martes, 31 de mayo de 2011

TODA UNA EXPERIENCIA!

Pasaré a relatarles donde cornos estuve metida durante mi recreo bloguero. Mirándolo ahora a la distancia, se puede decir que fue como una experiencia mística, de esas en donde dejas de ser humano para sentirte un objeto. Y que me sentí? Una soga de competencia, donde dos equipos miden fuerzas tironeando en sentidos opuestos. Te cuento:

Como escribí hace tiempo en el blog, en octubre pasado me operaron de tiroides, no di muchas vueltas con el tema, fue una de esas pocas veces que mi neurona dijo: “hace esto ya”, le hice caso y safé. Pero cometí un error, decidí estrenar al mismo tiempo endocrinóloga y cirujano, muy mal hecho por mi parte. No se como será con el resto de los órganos pero con las tiroides, los profesionales de la salud, se sacan chispas.

Resulta ser que existen dos “escuelas” con este tipo de cirugías: una muy conservadora (utilizada por los médicos con muchos años de carrera) que consiste en sacar solo la parte afectada. La otra muy moderna (generalmente utilizada los médicos jóvenes) que es hacer una tiroidectomia total. Hete aquí que mi dra es joven y mi cirujano fue abuelo en diciembre, me explico? Ya antes de la cirugía mi endocrinóloga solicitaba la “total”, pero mi cirujano no estaba de acuerdo, a menos que durante la operación lo creyera necesario.

Que resulto de todo esto: que mi dra nunca quedo conforme con esta cirugía, quedé en “situación expectante” o sea, de ser necesario volver a operar (minga!!!!). Luego de una ecografia con un resultado no del todo satisfactorio, mi dra haciendo uso de su persuasión y con carita de “yo sabia que esto iba a pasar” me recomendó visitar un cirujano de su confianza, obviamente, de la nueva escuela.

Y ahí empezó el raíl, rompí mi chanchito, junte los morlacos guardados en todos los rincones, y fui a la consulta del médico recomendado, que dijo mucho bla bla bla (mientras mi dispersión me hacia imaginar al carnicero de la esquina afilando sus cuchillas), al despedirnos le dijo a “la Joya”* si fuera mi esposa la opero ya, (nuevamente minga!!!).

Pedí un segundo turno, por mi cuenta, con mi cirujano, quien dijo sabiamente, hagamos controles ecográficos y vamos viendo (un poroto a favor para los mayores).

Pero no tenia nada en concreto, entonces busque una tercera opinión, que pensé coincidiría con cualquiera de los anteriores. Recurrí entonces a un medico recomendado por mi pre paga, que hizo la de Poncio Pilatos, muy serio me dijo: está en usted operarse o no, (como??) si tiene el temor de generar un ….. (nombre del cuarto signo del zodiaco) opérese, si se considera curada siga con sus controles y disfrute de la vida. PLOP!!!!

Entonces decidí bajar la velocidad, dejar de pasear mi historia clínica, calmarme, y sobre todo volver a sentirme humana.

Aclaración:
*La Joya: (según la jerga casera) esposo, marido, compañero.



viernes, 20 de mayo de 2011

DE REGRESO....

No, no fueron vacaciones, ojala, solo mi cuerpo y mi neuronita (con unos cuantos engranajes empastados) saben lo bien que me vendrían. Ya iré contando que ha sido de mi, en este tiempo.
Pero volviendo a lo de las vacaciones, mi mente me lleva de paseo a mis imaginarias vacaciones perfectas a lo largo del tiempo:

Hace veinte años mis vacaciones soñadas eran: un paisaje de almanaque junto a la “Joya”, los dos solitos, caminando de la mano, sin apuro, sin preocupaciones.

Hace diez años, el sueño de las vacaciones perfectas era una desértica y enorme playa, para que mis adoradas “chancletas” corretearan libremente y pudieran tirar arena hacia el cielo, y no tener que deshacerme en disculpas con los de la carpa vecina, por haber quedado como milanesas. 
Sin heladeros, ni cocacoleros, ni barquilleros, solo arena y mar.

Hoy mis vacaciones perfectas las sueño en una cueva rocosa en medio del Himalaya, de dificil acceso, mucho frio y silencio, mucha nieve y silencio, mucha quietud y silencio, soledad y silencio........pero eso si: con WiFi para seguir posteando en mi querido blog.

Estoy de vuelta
Chechu