domingo, 31 de octubre de 2010

HIJ@S, UN LARGO VIAJE EN MONTAÑA RUSA

Crié tres hijas, cambie pañales, suministre remedios, alimente con nutritivas papillas, hice tareas escolares, me desvele noches enteras cuidándolas, pero por sobre todas las cosas me preocupe por enseñarles a ser ellas mismas, a alimentar sus virtudes y superar sus defectos, a ser felices y disfrutar la vida como se va dando día a día. 

Hoy adolescentes, bueno..... las cosas se salieron un poco de control, pero nada que cuatro gritos o muchos abrazos (según el caso) no puedan remediar.

Si!!!! son adolescentes y peor aún: una empezando, la segunda en la cresta de la ola y la mayor saliendo (al menos, eso es lo que yo pretendo), así que se me termino ese jueguito de extorsionar con premios y castigos. Hoy, a veces las veo y casi inmutable, puedo observar mi obra maestra: la menor y la del medio se pelean por esa put... remera, de la marca que suena a beso de vieja sin dientes, carísima y de calidad espantosa, veo como una tironea de la manga gritando: 

-hoy no te la pones!!!

 y la otra tironeando su hombro, en sentido opuesto, como si se tratara de una armadura del mas duro acero, yo solo miro, esperando el momento preciso de parar el pleito, como si fuera un cuadro surrealista de figuras contorsionadas, viendo con asombro como la menor en un movimiento rápido, digno de actor de película china, engancha la ruluda melena de su hermana y tironea, doblando su cuello hasta casi pegar la oreja al hombro, ah!! si mis cervicales me permitieran hacer ese movimiento, que bien me sentiría, mientras trato de poner orden, la mayor a grito pelado: "mamaaaa!!!!!! me podes escuchar", como si yo en ese momento no tuviera mejor cosa que hacer.

Al final la manga cede y se descose a la altura del hombro (por donde la del medio pretendía recuperarla) y al unisono escucho:

-Mira lo que hiciste.

Pego cuatro gritos, restauro el orden, recupero la remera, y al tiempo que escucho a la mayor, trato de coser la manga de la discordia. Al final: distribuyo días y horarios para el uso de la remera, que ahora tiene un hombro cosido con diente de perro.

Nada como música suave, para aplacar el mal humor.....

MUJER, MADRE, ESPOSA Y CUARENTONA

Mujer que con orgullo cada mañana arrancas el dia observando en silencio la obra maestra de tu creacion: Tu Familia.
Que a veces te sentís como científico argentino: un genio en la materia, pero con sueldo de laucha maicera y el reconocimiento de una cucaracha.
Que como caballero de la mesa redonda defendés a los tuyos con la vida misma si es necesario.
No usamos caros stilettos, ni carteras Louis Vuitton, somos del equipo comodo y flexible, usamos gigantes bolsos guarda-todo o diminutas carteritas guarda-llaves, llevamos con elegancia casi magistral los crabs (esos simpáticos zuequitos de goma eva) de colores chillones o zapatillas con suela de resortes, e inventamos naturales pienados con sutiles mechitas sueltas. Si!! la informalidad es nuestro estilo.
Muchos se han reido, nos han menospreciado, pero nadie dice lo que en realidad somos: excelentes administradoras, autenticas CEO, tenemos la capacidad de resolver cualquier situacion por mas delicada y conflictiva que sea.
Nos hacemos escuchar (de eso no cabe ninguna duda) con voz fuerte y chillona, no aflojamos hasta ganar cualquier batalla o al menos empatarla.
Somos de cuerpo fornido, caderas un poco anchas y pectorales inflados, tenemos fuerza y voluntad de acero, nos dicen con cariño "la gorda", "gordita",..... pero en realidad somos la evolución de la especie, asi como Lamarck, allá perdido en el tiempo, postuló que las especies evolucionan para adaptarse mejor al medio, nosotras somos un claro ejemplo de ello, ya que somos mujeres “Todo Terreno”
Esas somos nosotras, se han burlado en malos chistes, nos han restado nivel intelectual, incluso hasta han justificado a nuestros consortes de sus infidelidades.
Es hora de que el mundo sepa que sin nosotras..... el resto no funciona.



Que tengas un hermoso día

viernes, 29 de octubre de 2010

NUESTRA GENERACION

Si señoras esas somos nosotras, y cuando lo digo se me hincha el pecho y desde mi interior aflora un redoble de tambores y estruendosas trompetas.......

Nacimos en una época en que el universo, el planeta y la sociedad estaban en plena transición, y eso es lo que nos hace tan especiales.

Estoy mas que convencida que por el 60 y pico algo muy groso sucedió en el universo, probablemente algunas respuestas estén ocultas en la “zona 51”. Nunca lo sabremos.

Guerras y golpes de estado estaban al día, y el mundo se dividía en buenos y malos, rojos y blancos, espías y contraespías eran trabajos muy bien remunerados.

Nacía junto con nosotras el movimiento hippie y el planeta se iba pintando de mil colores. Mariposas, símbolos de paz y arco iris eran sus estandartes, para hacerse notar en una sociedad pacata, rustica, conservadora y sobre todo gris. Nadie les daba crédito, y de a poco los pantalones anchos, los pelos largos y desprolijos, la música psicodélica y el amor libre, comenzaba a imponerse frente a la mirada censuradora de nuestro padres y abuelos, mientras nosotras aprendíamos a caminar, también aprendíamos a ser transgresoras de lo arcaico y rígido, era una información que traíamos desde nacimiento e hicimos, con el tiempo, trizas los tabúes.


Nuestras madres (de la vieja escuela) eran amas de casa abnegadas, de carácter fuerte y cachetazo fácil, dedicadas a su hogar 24 horas al día durante todo el año, nos enseñaban a coser, planchar, cocinar, limpiar por el solo hecho de que era necesario prepararnos para el “el día de mañana”. Pero así y todo no escatimaban cariño, aunque tenían una manera muy particular de demostrarlo.

Debíamos respetar un itinerario, por ejemplo: primero las tareas escolares y a la hora de la merienda, se podía ver los dibujitos en la tele, siempre y cuando no estuviéramos en “capilla” por que se nos ocurrió la mala idea de hacer un berrinche.

Mencionar simplemente: no quiero ir mas a la escuela, podía significarnos unas nachitas bien coloradas a causa de una paliza, ni mencionar lo que nos podía llegar a suceder si comentábamos: la maestra es una boluda.....

Cocinaban para un regimiento de campaña, aun, si la familia fuera pequeñita, y era comida 100% casera e hipercalórica, o me vas a decir que nunca te tuviste que comer ese guiso de mondongo con chorizo colorado y porotos en pleno febrero, por que si no lo hacías no tenias permiso de salir a jugar a la vereda.

Y así nuestras madres nos prepararon para el mismo destino que el de ellas, pero dentro nuestro había una tímida señal de que haríamos las cosas diferentes, algunas de nosotras de jóvenes intentamos una carrera universitaria: pero en muchas, el proyecto quedo a mitad de camino ya sea por un embarazo prematuro (con casorio obligado), el encuentro de la “media naranja”, salir a buscar trabajo, etc. Otras se dedicaron a la docencia, (notaste cuantas maestras de nuestra generación hay????) y un bajo porcentaje termino su carrera (convertidas en excelentes profesionales), y que tuvieron la valentía de competir con el mundo de los hombres en una época en que eso era un auténtico desafío.

La gran mayoría siguiendo el linaje de esa sociedad aferrada a las viejas costumbres nos casamos, fuimos madres, nuestro hijos crecieron, y con el tiempo nuestros esposos pasaban mas tiempo fuera de casa que con nosotras. Entonces, ya con un poco de tiempo libre, y la mente despejada, se encendió como un faro en la noche del desierto unas ganas locas de hacer algo para nosotras: muchas retomaron a la carrera abandonada, otras hicieron cursos para actualizarse y poder participar activamente de la búsqueda laboral, importándoles un bledo la edad, están las que hicieron cursos de pintura, talleres de arte, terapias alternativas, jardinería, cursos de “hágalo usted mismo”, pero lo mas notable de todo, es que lo que nos propusimos lo logramos, y hoy somos muy buenas en lo nuestro. Pero, claro nunca falta el dichoso pero, no fue fácil, hubo un largo camino lleno de trabas: la familia, si la misma familia a la que le habíamos dedicado todo nuestro amor, todas nuestras energías y todo de todo, nos sacudió con un balde de agua fría:

-que vas hacer que cosa?
-A tu edad vas a estudiar?.
-y quien nos va a cuidar, dar de comer?

Acaso se acababa el mundo?? No, solo mamá recuperaba su vida, que guardo en el cajón de la mesita de noche hasta que fuera el momento de liberarla. Todo estaba previsto de antemano: los horarios, las comidas, las idas y venidas de los chicos y sus actividades, pero no habíamos previsto un:

-Estas loca!!!????? como nos vas a abandonar.

No, no fue eso, solo queríamos hacer algo para nosotras, disfrutar de nuestra capacidad y enormes ganas de hacer lo que había quedado en stand by, de crecer, de sentirnos y sabernos capaces de lograrlo. Y así fue que colgamos el delantal de cocina y los guantes de látex y no solo crecimos, sino que tuvimos la capacidad para complementar nuestra nueva vida con la familia.

Esa soy yo, esa sos vos, esas son muchas mujeres que nacieron allá por los 60 y pico ....

Se feliz y vive!!!