viernes, 29 de octubre de 2010

NUESTRA GENERACION

Si señoras esas somos nosotras, y cuando lo digo se me hincha el pecho y desde mi interior aflora un redoble de tambores y estruendosas trompetas.......

Nacimos en una época en que el universo, el planeta y la sociedad estaban en plena transición, y eso es lo que nos hace tan especiales.

Estoy mas que convencida que por el 60 y pico algo muy groso sucedió en el universo, probablemente algunas respuestas estén ocultas en la “zona 51”. Nunca lo sabremos.

Guerras y golpes de estado estaban al día, y el mundo se dividía en buenos y malos, rojos y blancos, espías y contraespías eran trabajos muy bien remunerados.

Nacía junto con nosotras el movimiento hippie y el planeta se iba pintando de mil colores. Mariposas, símbolos de paz y arco iris eran sus estandartes, para hacerse notar en una sociedad pacata, rustica, conservadora y sobre todo gris. Nadie les daba crédito, y de a poco los pantalones anchos, los pelos largos y desprolijos, la música psicodélica y el amor libre, comenzaba a imponerse frente a la mirada censuradora de nuestro padres y abuelos, mientras nosotras aprendíamos a caminar, también aprendíamos a ser transgresoras de lo arcaico y rígido, era una información que traíamos desde nacimiento e hicimos, con el tiempo, trizas los tabúes.


Nuestras madres (de la vieja escuela) eran amas de casa abnegadas, de carácter fuerte y cachetazo fácil, dedicadas a su hogar 24 horas al día durante todo el año, nos enseñaban a coser, planchar, cocinar, limpiar por el solo hecho de que era necesario prepararnos para el “el día de mañana”. Pero así y todo no escatimaban cariño, aunque tenían una manera muy particular de demostrarlo.

Debíamos respetar un itinerario, por ejemplo: primero las tareas escolares y a la hora de la merienda, se podía ver los dibujitos en la tele, siempre y cuando no estuviéramos en “capilla” por que se nos ocurrió la mala idea de hacer un berrinche.

Mencionar simplemente: no quiero ir mas a la escuela, podía significarnos unas nachitas bien coloradas a causa de una paliza, ni mencionar lo que nos podía llegar a suceder si comentábamos: la maestra es una boluda.....

Cocinaban para un regimiento de campaña, aun, si la familia fuera pequeñita, y era comida 100% casera e hipercalórica, o me vas a decir que nunca te tuviste que comer ese guiso de mondongo con chorizo colorado y porotos en pleno febrero, por que si no lo hacías no tenias permiso de salir a jugar a la vereda.

Y así nuestras madres nos prepararon para el mismo destino que el de ellas, pero dentro nuestro había una tímida señal de que haríamos las cosas diferentes, algunas de nosotras de jóvenes intentamos una carrera universitaria: pero en muchas, el proyecto quedo a mitad de camino ya sea por un embarazo prematuro (con casorio obligado), el encuentro de la “media naranja”, salir a buscar trabajo, etc. Otras se dedicaron a la docencia, (notaste cuantas maestras de nuestra generación hay????) y un bajo porcentaje termino su carrera (convertidas en excelentes profesionales), y que tuvieron la valentía de competir con el mundo de los hombres en una época en que eso era un auténtico desafío.

La gran mayoría siguiendo el linaje de esa sociedad aferrada a las viejas costumbres nos casamos, fuimos madres, nuestro hijos crecieron, y con el tiempo nuestros esposos pasaban mas tiempo fuera de casa que con nosotras. Entonces, ya con un poco de tiempo libre, y la mente despejada, se encendió como un faro en la noche del desierto unas ganas locas de hacer algo para nosotras: muchas retomaron a la carrera abandonada, otras hicieron cursos para actualizarse y poder participar activamente de la búsqueda laboral, importándoles un bledo la edad, están las que hicieron cursos de pintura, talleres de arte, terapias alternativas, jardinería, cursos de “hágalo usted mismo”, pero lo mas notable de todo, es que lo que nos propusimos lo logramos, y hoy somos muy buenas en lo nuestro. Pero, claro nunca falta el dichoso pero, no fue fácil, hubo un largo camino lleno de trabas: la familia, si la misma familia a la que le habíamos dedicado todo nuestro amor, todas nuestras energías y todo de todo, nos sacudió con un balde de agua fría:

-que vas hacer que cosa?
-A tu edad vas a estudiar?.
-y quien nos va a cuidar, dar de comer?

Acaso se acababa el mundo?? No, solo mamá recuperaba su vida, que guardo en el cajón de la mesita de noche hasta que fuera el momento de liberarla. Todo estaba previsto de antemano: los horarios, las comidas, las idas y venidas de los chicos y sus actividades, pero no habíamos previsto un:

-Estas loca!!!????? como nos vas a abandonar.

No, no fue eso, solo queríamos hacer algo para nosotras, disfrutar de nuestra capacidad y enormes ganas de hacer lo que había quedado en stand by, de crecer, de sentirnos y sabernos capaces de lograrlo. Y así fue que colgamos el delantal de cocina y los guantes de látex y no solo crecimos, sino que tuvimos la capacidad para complementar nuestra nueva vida con la familia.

Esa soy yo, esa sos vos, esas son muchas mujeres que nacieron allá por los 60 y pico ....

Se feliz y vive!!!


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