viernes, 20 de abril de 2012

MODAS PORTEÑAS: FAMILIA FELIZ

Me sorprendió el comentario de una de mis chancletas, una mañana mientras realizaba el reparto obligatorio de las tres niñas: una hasta la parada del colectivo, y las otras dos hasta a sus respectivos colegios. La hora temprana hace que los comentarios de las tres sean filosos como hoja de resma, no he logrado arrancarles una sonrisa jamas a esa hora.

Esa mañana no era la excepción y a pesar de ir escuchando los saludos matinales por Radio Disney para darle un poco de humor al recorrido, el aire dentro del auto se cortaba con tijera. Me detengo en un semáforo y delante mio un auto tenía colocado en su parte trasera una seguidilla de calcos mostrando a los integrantes de una familia, muy de moda en estos días.

Y la muchacha se despacha con: “Los tipos que pegan estos calcos no son mas que unos frustados tratando de mostrar que su familia es feliz y perfecta, seguramente el es un H de P, ella una cornuda y los hijos unos mocosos insoportables” y agregó “solo demuestran una notable inseguridad, y un enorme complejo de inferioridad”. Pensé: a la pucha !!, tengo que agregar mas azúcar al desayuno.

La verdad, no había prestado atención al tema de los calcos hasta que la chancleta me lo hizo notar, y mucho menos se me habría ocurrido elaborar semejante teoría de la condición humana a partir de unos simples calcos. Pero, la nena ya me tiene acostumbrada a este tipo de deducciones psicoanalíticas.

Para mi es solo otra moda porteña, que durará algunas temporadas mas para pasar luego al olvido. No sin antes, como siempre ocurre, saturar el mercado hasta que reviente, o aparezca una idea mas llamativa.




sábado, 7 de abril de 2012

MODAS: PIERCING Y TATUAJES

La idea de tatuarse o perforarse es algo que los adolescentes parecen traer incorporado desde el nacimiento, en cuanto llegan a determinada edad empiezan a pincharse y pintarse en las mas variadas partes de su anatomía, y si se ve... mejor.

Si bien son técnicas milenarias que han pasado a la historia cargadas con los mas profundos significados, hoy es algo tan común que no llaman la atención y el único simbolismo que representan es: “me gusta”o “yo también tengo uno”.

A fines del siglo XX comenzaban a verse tímidamente pequeños aritos en la nariz o cejas, y asomaban partes de piel pintadas por entre la ropa, hoy a todos les gusta lucir un cuerpo marcado para intentar decir "yo soy diferente", pero en realidad nos hemos divididos en dos grupos : los marcados y los no marcados...

A mi también me toco escuchar: “ma me puedo hacer el arito”, mis chancletas pertenecen al grupo de los 
“me quiero marcar”. Hasta ahora, solo han sido piercing “temporarios” ya que en época de clases es obligatorio mantenerlos ocultos, y terminan por quitarlos, dejando una pequeña cicatriz donde antes hubo un “agujerito”.

La del medio, que cumplió sus 15 el año pasado, hace rato viene diciendo que quiere un tatuaje, al principio hacía oídos sordos, pero ya he comentado que la niña tiene el don de machacar la cabeza de su interlocutor, hasta ser escuchada.

Al final lo conversamos y me sorprendí preguntando: “Y que te harías?”. Me mostró, ansiosa y hasta un poco emocionada, un dibujo, tal vez pensó que mi simple pregunta ya era la firma del permiso. El dibujo no tenía nada que yo pudiera relacionar con ella, con su vida o con su personalidad. Al preguntarle como eligió el diseño solo respondió: “este es el que me gusta, ma”. Y pensé: solo un me gusta, que pasará mañana?.

Decidí no largar el famoso icono de la saturacion: “esta bien”, hasta que la chancleta esté segura y entienda que es una decisión con consecuencias para siempre. Decidí terminar la conversación: “mejor esperemos un tiempo”, aunque su carita confirmaba que no opinaba como yo.

Las modas pasan, y algunas dejan secuelas. Me quedé pensando cual hubiera sido la reacción de mi madre, si yo con 15 años le decía: “Ma, me quiero tatuar”, e imaginando el supuesto alboroto familiar que esa frase hubiese causado, me reí.