sábado, 4 de diciembre de 2010

Entre vinos y glamour

Otra noche de amigos, otra degustación de excelentes vinos y otra historia que contar.
La invitación sonó rara, una degustación en un spa? Pero vivimos en un mundo donde siempre se puede crear algo nuevo y diferente, mis amigos de la Vinoteca Rincón de Cuyo, lo saben.

La cita era a las 20 horas en un lugar mas que acogedor, disimulado tras unas antiguas puertas de hierro, el famoso “pasillo al fondo” tan típico de la arquitectura porteña de los tiempos de inmigrantes, el spa pertenece a una reconocida peluquería, que inauguro un nuevo local, no hace mucho cerca de casa.

Todo parecía dar con la atmósfera perfecta: una noche maravillosamente cálida, las aguas tranquilas de una pileta, buena música, un ambiente entre minimalista y urbano y, por supuesto, vinos, esta vez de una bodega del sur llamada Secreto Patagónico, presentando su producto Mantra de la mano de su Sommelier y representante, una mujer que con cada palabra demostraba el amor por su profesión, que por momentos debía hacer un gran esfuerzo por unir dos núcleos casi incompatibles: los adoradores de Afrodita y los fieles seguidores de Baco.

El primer vino: Mantra Chardonnay, alegro mi alma y animo mi espíritu. Tímidamente frutado (sus frescas notas de durazno y miel tardaron en aparecer en mi paladar) pero como yo de vinos entiendo poco y nada, si puedo decir que el primer sorbo fue intenso, dulcemente ácido, un exquisito vino para disfrutar estos hermosos atardeceres prolongados de primavera, cuando decidimos frenar el vértigo del día y nos obsequiamos un instante de paz, para despedirnos del sol, con buena música para que ninguno de nuestros sentidos quede exento del momento, tal vez un lounge, yo elegiría “Kissing” para completar mi postal.

Los tintos (a los cuales no soy muy devota) fueron Mantra Malbec con su característico color rojo purpura, de cuerpo robusto, con notas de frutos rojos, un vino vigoroso. Ideal para compartir entre amigos con una deliciosa comida, aquí la música ideal: el suave susurro de la compañía y la risa de la amistad.

Mantra Cabernet Suavignon, fue el último en presentarse, un vino suave sutil, delicado y por sobre todo joven. Se fusionaría perfectamente con algún maravilloso clásico de los 60/70 a mi me gustaría “Let My Try Again” en la voz de Frank Sinatra.

Y el final si que fue raro, dos universos mezclados, diferentes, e indiferentes, pero con un mismo fin: venerar a los sentidos.

Vive y Disfruta!

1 comentario:

  1. Hola Chechu acá Rincón de Cuyo te agradece tan hermoso post que ya mísmo estamos subiendo a nuestra página.

    Salud... y buen vivir!

    ResponderEliminar