miércoles, 29 de enero de 2014

BASTA DE PLANES PARA MI

Esto del Karma  me supera, podes creer que cada vez que planeo algo con anticipación, cuidando todos los detalles para que salga pipi-cucu,..... prácate!!!! recibo un ataque furtivo del Olimpo, y a la mierda la organización.

Después de haber vivido en una casa-obra, se fueron juntando cachivaches y restos de obras para descartar, utilicé el servicio del polifacético 147, para coordinar el retiro de "restos de obra", pero nunca se diganron a pasar. Me dejaron con las ganas de hablar maravillas del dichoso numerito..

Decidí entonces "asociarme" con mi hermana y vecina, que sufre de periodos de acumulación y también tenía porquerías que tirar, para pedir un volquete de obra, y sacarnos de encima todo lo que molestaba.

Como me faltaban algunos arreglitos, esperamos para sacar el mejor provecho al armatoste. Cuando ya era suficiente cantidad, fuimos acomodando todo en el pasillo de entrada, que en poco tiempo se convirtió en algo así como un campo traviesa.

Ofrecí a mi amigo el barrendero un trabajito extra para él y un compañero, para cargar el volquete, acordamos hacerlo hoy martes.

Pedí telefonicamente el volquete el día lunes, y tuve que intercambiar algunas palabrotas con la vecina que se empeña en estacionar su auto en la puerta de mi casa, para que despejara el espacio para el contenedor.

El martes ya arrancamos con pie izquierdo, (al mejor estilo Chechu), lluvia imparable, me asome a la puerta pude ver esa enorme palangana metálica llenándose de agua. Al ratito llegan los barrenderos que se encargarían de sacar todo, llovía, pero estaban dispuestos a realizar el trabajo. Bien, la cosa parecía mejorar. Solo había que esperar a que la lluvia cesara.

Y la lluvia cesó y los muchachos empezaron el trabajo, pero en el mismo momento que cargaron la primera bolsa de escombros, comenzó a llover, esta vez de manera intensa, mas bien, un mini diluvio (mi karma dice: nunca planees nada, seguro sale mal) para acelerar la cosa mi hermana y yo ayudamos, empapándonos hasta los huesos.

Como no podía ser de otra manera unos minutos después de haber terminado, no solo dejo de llover, sino que asomaron unos tímidos rayos de sol (me cacho en diez).

Pero la cosa no terminó ahí, durante la tarde pasaron los "pseudo cartoneros", esos tipos que les encanta revolver la basura, desparramarla por todas partes y no llevar nada. De mas esta decirte el desastre que hicieron con mi volquete lleno de porquerías, prácticamente lo vaciaron sobre la vereda.

Sentí que un demonio maligno se apoderaba de mi, mientras puteaba en arameo, sin darme cuenta volví a poner todo en su lugar. Entré a casa hecha una furia, le puse la correa a Simón (mi cachorro de 6 meses, incapaz de asustar a una mosca) y monte guardia durante unas horas en compañía de mi hermana y su perro.

Cada vez que algún muchachote se arrimaba al contenedor con intenciones de hurguetear, lo invitábamos a seguir su camino. Nadie se iba acercar al "precioso botín".



1 comentario:

  1. Jajaja...lo mismo me pasa a mi...no puedo planear nada...el día menos pensado hay que hacerlo como dé Y cumplió el 147???...nosotros tenemos un hermoso 0-800 "Aida responde" pero vienen cuando se les canta :P (Aída=intendente)

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