miércoles, 13 de julio de 2011

IDOLO DE BARRO

Recuerdo que a principios de los ochenta, los recitales en el interior del país no eran muy frecuentes, así que cada vez que algún intérprete de la gran ciudad se aventuraba a trovar por las provincias era un placer, no solo por: “al fin se acordaron de nosotros”, sino por que era la ocasión de ver que los ídolos de aquel momento eran de carne y hueso y no de celuloide.

Uno de los exitazos de esa época era Baglietto, que alegrón cuando me enteré que en su gira incluía Mendoza, como dejar pasar la oportunidad de verlo entonar la dramática “era en abril el ritmo tibiooooo, de mi chiquito que danzabaaaaa”, imaginate, si cada vez que sonaba en el “pasacassete” me emocionaba hasta las lágrimas, lo que significaba para mi escucharla en vivo.

En un momento del recital, Baguietto presentó a los integrantes de su banda, cuando toco el turno del tecladista y destacando el enorme talento que poseía, nombro a un Fito Paez de apenas 16 años y pelilargo, que tímidamente saludó detrás de sus anteojitos. Y del talento no se equivocó, quien no se ha deleitado alguna vez con su música, con sus letras.

Al pensar en el actual sr. Paez,  resuena en mi cabeza una de las frases de mi abuela: “cada chancho a su chiquero”. La música y la política son agua y aceite, aunque con el correr de los años hemos pretendido mezclarlas, cada una tiene una esencia diferente. Y cuando por fin se mezclaron fueron justamente los músicos los que se tuvieron que callar.

Sus recientes comentarios políticos, que tanto ruido están haciendo, suenan a: “me dijeron que diga esto” o “defiendo la mano que me da de comer, todo lo demas es un asco”, si es lo que quiere trasmitir, me parece fantástico, después de todo, solo hace uso del derecho de libre expresión. Pero creo que viniendo de un personaje tan querido y admirado, podría haberlo dicho con mas respeto y menos metáforas.


2 comentarios:

  1. pensar que el que opina diferente es el enemigo o es asqueroso...¡que alejado está del espíritu democrático!

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  2. El espiritu democrático se esta desvaneciendo. Nos quieren meter la idea, por las buenas o por las malas, que solo hay una salida. Saludos

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