Contar en el blog como mis adoradas chancletas se van convirtiendo en mujeres de fuerte carácter y personalidad tan indomable como potro del festival de Jesus Maria, puede ser una verdadera terapia para mi, algo así como: "mejor lo cuento a ver si me lo trago y lo convierto en ulcera estomacal!. Pero luego de haber padecido una casa en obra por el doble de tiempo del que se había estipulado conviviendo con albañiles, plomeros, electricistas, durleros y demás gremios, sumado al sumani diario de las chancle, mi fornido cuerpo dijo basta.
Y cuando los dolores no le hacían caso al paracetamol o a la crema "desatanudos" consideré la opción de ver al reumatologo, de entrada nomás me pidió rayos X de cuanta articulación aparece en el "Atlas de Anatomía" para después dar con un diagnóstico "mas o menos" acertado (no le tenia mucha fe).
Me tomé un día para hacer todas las placas solicitadas, y mientras escuchaba en la sala de rayos: "no respire.... ahora respire normalmente" pensaba que a la noche le haría señales a los aviones brillando en verde radiactivo.
Pero mi mente seguía inquieta, lo único que podía mover sin dolor, comencé, entonces, a buscar información sobre terapias alternativas que devolvieran movilidad a mis resquebrajadas articulaciones, hasta que el médico diera su veredicto; y como a veces sucede di con algo que podría catalogar como: "matar dos pájaros de un tiro" .... cumplir con un sueño postergado y de paso ayudar a mi cuerpo...
Entre emocionada, ansiosa y un poco "tullida" asistí a mi primera clase de Tai Chi y Qi Gong, no se, si fue el beneplácito de aprender estas técnicas, las ganas de ganarle al dolor, o la dulzura, simpatía y conocimiento de Karen ( la profe) que hace la clase muy amena, pero desde esa vez me sentí feliz y colmada, esta vez no de bizcochos de grasa, sino de energía.
Ya llevo un mes acostumbrando a que mi cerebro y mi cuerpo traten de convivir armónicamente y a lo que dice uno el otro obedece, cuesta, no es fácil, pero soy escorpiana de ley y los desafíos son para mi una forma de vida.
Ahora en casa saben que dos veces por semana tengo mi "happy hour" y que no hay sunami, tornado o Ragnarok que lo impida.
Buen Fin de Semana para vos....
Las chicas del 60 y pico
viernes, 4 de abril de 2014
sábado, 22 de marzo de 2014
FIEBRE DE SABADO POR LA NOCHE
Después de una semana ajetreada, mis chancletas comienzan a "desconectarse" el viernes por la noche con alguna salida tranqui, para la mas chica alguna reunión de amigas; no digo pijamada por que ya está crecidita, pero es algo parecido, salvo que en vez de ver la trilogía de "Toy Story" masticando sin cesar pochoclo, "facebookean" y "Twittean" hasta que las primeras luces de la mañana aparecen, obviamente acompañado por el interminable cotorreo, lo que suele convertir, para mi, la noche en un auténtico aquelarre. La del medio prefiere hacer presencia en "Burger" con amigos y la mayor ya se presentó como socia vitalicia de un bar de la zona de Palermo llamado "El Álamo" donde tiene asistencia perfecta.
Pero el día, o mejor dicho la noche mas complicada es la del sábado, ya durante la tarde, mis centros energéticos comienzan a entrecruzarse y mi "kundalini" se convierte en un aparatoso nudo celta. Arrancamos con el famoso "que me pongo", para seguir con el típico "esto no te lo presto" y terminar con el agotador "maaa.... no tengo que ponerme".
La chancleta mayor, cansada de ver como las otras dos "saqueaban" su placard, decidió poner llave en su ausencia, la cual queda a mi cuidado.
Las dos menores a pesar de ser casi iguales en altura y peso distan una galaxia y media en cuanto a estilos, la menor abandonó su estilo hippie para meterse de lleno en "star" como si algo le faltara si no se pone brillos y la del medio paso de "Star" a estilo casual.
Entonces comienza en eterno ir y venir de una habitación a la otra, yo escucho el taconeo imparable desde la cocina (justo debajo de las habitaciones) y arranca el show.
Cuando hicimos las refacciones a la casa, se me paso por alto hacer las habitaciones "insonorizadas" con vidrios blindados, vivir en el centro de la manzana tiene ventajas, pero una de las contras en que es muy fácil convertirse en el culebrón del barrio.
Pero volviendo a las chancletas; al principio hurguetean entre sus ropas, al mismo modo que liquidación de temporada, mientras van descartando van tirando sobre la cama, entonces comienza el tour de un lado al otro a ver que encuentran y en cuanto hallan el "tesoro" buscado, viene la negociación, la discusión y en algunos caso el forcejeo, acompañado de un "esto me lo pongo yo".
Luego viene la pelea por el baño, por los cosméticos, por la "planchita" hasta que llega la hora de la partida, para la cual, la que suscribe ya tiene una contractura que abarca cuello y espada, y unas piernas dignas de una fisicoculturista, de tantas subidas y bajadas para tratar de poner orden y paz.
De pronto llega la calma, el silencio, la paz; los gatitos y el perro intentarán pelearse un rato mas, pero el sueño no se hace esperar y la casa es inundada por una oleada de tranquilidad y silencio, algo que mis oídos agradecen (y los vecinos también).
Pero el día, o mejor dicho la noche mas complicada es la del sábado, ya durante la tarde, mis centros energéticos comienzan a entrecruzarse y mi "kundalini" se convierte en un aparatoso nudo celta. Arrancamos con el famoso "que me pongo", para seguir con el típico "esto no te lo presto" y terminar con el agotador "maaa.... no tengo que ponerme".
La chancleta mayor, cansada de ver como las otras dos "saqueaban" su placard, decidió poner llave en su ausencia, la cual queda a mi cuidado.
Las dos menores a pesar de ser casi iguales en altura y peso distan una galaxia y media en cuanto a estilos, la menor abandonó su estilo hippie para meterse de lleno en "star" como si algo le faltara si no se pone brillos y la del medio paso de "Star" a estilo casual.
Entonces comienza en eterno ir y venir de una habitación a la otra, yo escucho el taconeo imparable desde la cocina (justo debajo de las habitaciones) y arranca el show.
Cuando hicimos las refacciones a la casa, se me paso por alto hacer las habitaciones "insonorizadas" con vidrios blindados, vivir en el centro de la manzana tiene ventajas, pero una de las contras en que es muy fácil convertirse en el culebrón del barrio.
Pero volviendo a las chancletas; al principio hurguetean entre sus ropas, al mismo modo que liquidación de temporada, mientras van descartando van tirando sobre la cama, entonces comienza el tour de un lado al otro a ver que encuentran y en cuanto hallan el "tesoro" buscado, viene la negociación, la discusión y en algunos caso el forcejeo, acompañado de un "esto me lo pongo yo".
Luego viene la pelea por el baño, por los cosméticos, por la "planchita" hasta que llega la hora de la partida, para la cual, la que suscribe ya tiene una contractura que abarca cuello y espada, y unas piernas dignas de una fisicoculturista, de tantas subidas y bajadas para tratar de poner orden y paz.
De pronto llega la calma, el silencio, la paz; los gatitos y el perro intentarán pelearse un rato mas, pero el sueño no se hace esperar y la casa es inundada por una oleada de tranquilidad y silencio, algo que mis oídos agradecen (y los vecinos también).
lunes, 3 de marzo de 2014
MALDITO CARNAVAL
Ya lo decía mi abuela: "tu espacio termina donde comienza el espacio de tu vecino" y con esto me enseñaba el famoso "no jodas si no querés que te jodan".
Pero cuantas veces hacemos caso omiso de viejas enseñanzas y olvidamos que, lo que nosotros disfrutamos a otros puede molestarles, y este es un concepto muy argentino: "hace lo que te gusta y si al vecino le molesta... que se la banque".
Y esto viene a colación del maldito carnaval, aja estas en lo cierto: detesto el carnaval, pero no ando por ahi tirando mala onda a quien lo disfruta, simplemente mantengo distancia, cosa que en la ciudad de Buenos Aires, desde hace algunos años es imposible en estas fechas.
Acá no se ven hermosas carrozas y comparsas bailando al son de estrepitosas melodías, nonononono... acá solo hay murgas callejeras que producen un terrible caos en el transito, por que durante los viernes, sábados y domingos de febrero, cortan parte de las avenidas mas importantes para mostrar un triste espectáculo de danzas grotescas y disfraces baratos, frente a un puñado de "fans"
Muchos que no participan de la fiesta en cuestión, y quieren movilizarse de los barrios periféricos de la ciudad al centro deben realizar largos recorridos por que las arterias principales están cortadas a causa del lamentable festejo. A ellos no les importa si te gusta o no, te lo tenes que bancar, es algo.... como se dice ahora: "nac&pop".
Pero lo de anoche (domingo) supero los limites de mi paciencia y por eso este post:
Vivo a solo 5 cuadras de la calle céntrica de mi barrio comencé a escuchar los tambores y una molesta vos amplificada por un micrófono (que tenia problemas muchos técnicos) mas o menos a las 3 o 4 de la tarde, eran ellos, los murgueros festejando su carnaval imaginé que para las 7 u 8 de la noche terminaría, pero la percusión siguió escuchándose en todos los rincones de mi casa hasta pasadas las 3 de la madrugada, claro uno piensa después de tantas horas el oído se acostumbra, pero te puedo asegurar que no hay nada mas tedioso que el interminable y desenfrenado golpeteo al bombo gigante.
Ellos felices por el carnaval, pero mi espacio fue invadido por lo grotesco, y eso me pone de pésimo humor.
Pero cuantas veces hacemos caso omiso de viejas enseñanzas y olvidamos que, lo que nosotros disfrutamos a otros puede molestarles, y este es un concepto muy argentino: "hace lo que te gusta y si al vecino le molesta... que se la banque".
Y esto viene a colación del maldito carnaval, aja estas en lo cierto: detesto el carnaval, pero no ando por ahi tirando mala onda a quien lo disfruta, simplemente mantengo distancia, cosa que en la ciudad de Buenos Aires, desde hace algunos años es imposible en estas fechas.
Acá no se ven hermosas carrozas y comparsas bailando al son de estrepitosas melodías, nonononono... acá solo hay murgas callejeras que producen un terrible caos en el transito, por que durante los viernes, sábados y domingos de febrero, cortan parte de las avenidas mas importantes para mostrar un triste espectáculo de danzas grotescas y disfraces baratos, frente a un puñado de "fans"
Muchos que no participan de la fiesta en cuestión, y quieren movilizarse de los barrios periféricos de la ciudad al centro deben realizar largos recorridos por que las arterias principales están cortadas a causa del lamentable festejo. A ellos no les importa si te gusta o no, te lo tenes que bancar, es algo.... como se dice ahora: "nac&pop".
Pero lo de anoche (domingo) supero los limites de mi paciencia y por eso este post:
Vivo a solo 5 cuadras de la calle céntrica de mi barrio comencé a escuchar los tambores y una molesta vos amplificada por un micrófono (que tenia problemas muchos técnicos) mas o menos a las 3 o 4 de la tarde, eran ellos, los murgueros festejando su carnaval imaginé que para las 7 u 8 de la noche terminaría, pero la percusión siguió escuchándose en todos los rincones de mi casa hasta pasadas las 3 de la madrugada, claro uno piensa después de tantas horas el oído se acostumbra, pero te puedo asegurar que no hay nada mas tedioso que el interminable y desenfrenado golpeteo al bombo gigante.
Ellos felices por el carnaval, pero mi espacio fue invadido por lo grotesco, y eso me pone de pésimo humor.
viernes, 14 de febrero de 2014
14 de febrero
No postear algunas líneas un 14 de febrero, sería una falta de respeto a las chicas de la generación del 60 y pico, melosamente románticas, expertas en el arte de los suspiros, idealistas, soñadoras, que en su adolescencia se convirtieron en garabateadoras de corazoncitos con una birome Bic en un viejo pupitre de escuela, que fueron asiduas lectoras de novelas románticas, las mas "naif" seguidoras de Poldy Bird y las mas "osadas" devorando a Corin Tellado, fieles seguidoras de las novelas de Migre.
Pero la tierra gira muy deprisa ahora y la modernidad nos puso fecha en el almanaque a las enamoradas del amor, y si bien no me parece justo, es lo que hay.
Y si sos corta de memoria, es otra fecha mas para agregar a la agenda, por que si se te olvida y a tu otra mitad no, puede dudar de tu amor, o creer que le importas un pito, o tal vez tengas que escuchar a cada rato: "che, que día es hoy?" hasta que entre idas y venidas, los chicos, la casa y el trabajo te acuerdes que algún comerciante pícaro le puso fecha al amor.
Para muchas es la fecha de, como diría mi abuela: "renovar los votos del amor" y los comerciantes aprovechan y tiñen de rojo pasión sus vidrieras, y ponen a la venta todo lo que sobro del 14 de febrero anterior, a ver si pueden salvar el mes con los tortolitos.
Y están las que esta fecha las llena de felicidad por tener compañero nuevo, las que lloran por que se les piantó el que tenían, y saben que la calle esta dura para reemplazos, están las solitarias, las conformistas, las envidiosas y las casadas o juntadas o emparejadas o acaranchadas. Este ultimo grupete es el frágil de memoria, es al que le cuesta asimilar que hay un santo que disfrazaron de cupido y que como todo santo de calendario tiene su día, pero entre tanto quilombo diario se te puede pasar.
A mi no me permitieron el olvido, mis hijas hace rato que vienen planificando regalitos o salidas, pero el colmo de los preparativos de la fecha en cuestión fue de mi hermana, que hace tres días paso por casa super emocionada para contar que había encargado en una pastelería el regalito para su media naranja: un cup cake (muy de moda en estos tiempos) gigante con una frase (y un precio de tres cifras jaja), pensé que con ese precio debe traer escrito un poema de Pablo Neruda o por lo menos los tres primeros capítulos del Kama Sutra, allá ella.
Decidí comprar un humilde y pequeño cup cake para la Joya, de su sabor preferido chocolate y en el centro una deliciosa crema sabor "bananita dolca", con su tipico copete de merengue y un corazón de azúcar. Me sorprendio cuando llego a casa, él tampoco lo había olvidado.
Que pases un hermoso día de San Valentín
Pero la tierra gira muy deprisa ahora y la modernidad nos puso fecha en el almanaque a las enamoradas del amor, y si bien no me parece justo, es lo que hay.
Y si sos corta de memoria, es otra fecha mas para agregar a la agenda, por que si se te olvida y a tu otra mitad no, puede dudar de tu amor, o creer que le importas un pito, o tal vez tengas que escuchar a cada rato: "che, que día es hoy?" hasta que entre idas y venidas, los chicos, la casa y el trabajo te acuerdes que algún comerciante pícaro le puso fecha al amor.
Para muchas es la fecha de, como diría mi abuela: "renovar los votos del amor" y los comerciantes aprovechan y tiñen de rojo pasión sus vidrieras, y ponen a la venta todo lo que sobro del 14 de febrero anterior, a ver si pueden salvar el mes con los tortolitos.
Y están las que esta fecha las llena de felicidad por tener compañero nuevo, las que lloran por que se les piantó el que tenían, y saben que la calle esta dura para reemplazos, están las solitarias, las conformistas, las envidiosas y las casadas o juntadas o emparejadas o acaranchadas. Este ultimo grupete es el frágil de memoria, es al que le cuesta asimilar que hay un santo que disfrazaron de cupido y que como todo santo de calendario tiene su día, pero entre tanto quilombo diario se te puede pasar.
A mi no me permitieron el olvido, mis hijas hace rato que vienen planificando regalitos o salidas, pero el colmo de los preparativos de la fecha en cuestión fue de mi hermana, que hace tres días paso por casa super emocionada para contar que había encargado en una pastelería el regalito para su media naranja: un cup cake (muy de moda en estos tiempos) gigante con una frase (y un precio de tres cifras jaja), pensé que con ese precio debe traer escrito un poema de Pablo Neruda o por lo menos los tres primeros capítulos del Kama Sutra, allá ella.
Decidí comprar un humilde y pequeño cup cake para la Joya, de su sabor preferido chocolate y en el centro una deliciosa crema sabor "bananita dolca", con su tipico copete de merengue y un corazón de azúcar. Me sorprendio cuando llego a casa, él tampoco lo había olvidado.
Que pases un hermoso día de San Valentín
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